Sakineh Mohammadi Ashtiani, la mujer amenazada con morir lapidada por adulterio, confesó ayer en la televisión estatal iraní haber participado también en el asesinato de su marido .
Su abogado asegura que de esta manera, las autoridades iraníes ya tienen la coartada que buscaban en los últimos días. Un asesinato es mejor que un adulterio.
Houtan Kian, su abogado, denuncia en el diario británico The Guardian, que Sakineh fue torturada durante dos días antes de la emisión.
"Le pegaron y la torturaron hasta que aceptó aparecer delante de las cámaras. Su hijo de 22 años, Sajad, y su hija de 17, Saeedeh, estaban traumatizados cuando vieron el programa ".
En la cadena estatal iraní, Ashtiani afirmaba por medio de un comunicado leído por una temblorosa voz femenina -que se suponía era la suya- que había tenido una relación extramarital con el primo de su marido. También declaraba que ni siquiera conocía al que hasta ahora fue considerado su abogado, Mohammad Mostafaei, y lo culpaba de haber difundido internacionalmente su caso.
Por su parte, en una entrevista que Ashtaini concedió la semana pasada a The Guardian mediante un intermediario, la mujer acusó a las autoridades iraníes de estar atribuyéndole nuevos cargos para empedrar el camino hacia su ejecución.
Amnistía Internacional (AI) condenó la supuesta confesión televisada. "Este episodio convierte en una burla el sistema judicial iraní ", declaró al periódico inglés Drewery Dyke, responsable de AI en la zona. " Irán está inventando crímenes... es una práctica inaceptable", concluyó.
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